Jacques-Louis David en el Louvre

(Hasta el 26 de enero de 2026)

Con motivo del bicentenario de su muerte en el exilio en Bruselas en 1825, el Museo del Louvre ofrece una nueva visión sobre una personalidad y una obra de una riqueza y diversidad excepcionales. La exposición destaca la fuerza inventiva y el poder expresivo de la pintura de Jacques-Louis David (1748-1825), más cargada de sensaciones de lo que sugiere la imponente rigurosidad de sus cuadros.

Retrato de Madame de Thélusson, 1790, Jacques-Louis David, Múnich, Neue Pinakothek.

David es un monumento. «Padre de la Escuela Francesa», regenerador de la pintura, creó imágenes que aún hoy persiguen nuestro imaginario colectivo: Marat asesinado, Bonaparte cruzando los Alpes, la Coronación de Napoleón… Es a través de sus cuadros que nos representamos los grandes momentos de la Revolución y del Imperio napoleónico, y en sus retratos revive la sociedad de esa época.

Belisario pidiendo limosna, 1780, Jacques-Louis David,
Lille, Palais des Beaux-Arts.

La exposición, que abarca la larga carrera de David, pintor neoclásico francés que vivió seis regímenes políticos y participó activamente en la Revolución, reúne un centenar de préstamos excepcionales, entre los que se encuentran el imponente fragmento del Juramento del Juego de Pelota (depósito del Museo del Louvre en el Palacio de Versalles) y la versión original del famoso Marat asesinado (Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, Bruselas), cumbre de su arte.