La Tate Modern inaugura la primera gran exposición dedicada al artista francés Pierre Bonnard en el Reino Unido en 20 años. La muestra pretende aportar una nueva mirada a la obra innovadora del famoso pintor. Pierre Bonnard: El color de la memoria reúne una selección de cien de sus mejores obras provenientes de colecciones publicas y privadas de todo el mundo. La exposición quiere poner de relieve cómo los intensos colores y la modernidad de las composiciones de Bonnard transformaron la pintura de la primera mitad del siglo XX, y la capacidad insuperable del artista para capturar en sus lienzos la fugacidad del tiempo, los recuerdos y las emociones.
Desde la afirmación del estilo de Bonnard, alrededor de 1912, hasta su muerte en 1947, la exposición de la Tate Modern abarca treinta y cinco años de la carrera del pintor y destaca el proceso creativo mediante el cual recomponía recuerdos de paisajes y escenas íntimas de la vida cotidiana. Sensuales o melancólicas, sus pinturas evocan momentos que se desvanecieron para siempre: la vista desde una ventana, el juego de miradas, una habitación vacía al final de una comida. Estos motivos están presentes en obras clave como Salle à manger à la campagne, 1913 (Minneapolis Institute of Art), que reúne espacios interiores y exteriores para crear una atmósfera vibrante, o en Ruelle à Vernonnet, 1912-14 (Scottish National Gallery of Modern Art, Edimburgo), cuya paleta de vívidos y alegres colores, capturan momentos que se han ido para siempre.
La exposición desea recordar la importancia de Pierre Bonnard en la historia de la pintura del siglo XX. Al igual que su contemporáneo y amigo Henri Matisse, Bonnard debía tener una profunda influencia en la pintura Moderna, siendo figura de referencia para artistas de generaciones posteriores, como Mark Rothko o Patrick Heron.