Claes Oldenburg: entre happening y performance

Tienda en la Lower Est Side

Hijo de un diplomático sueco, Claes Oldenburg, nacido en Estocolmo en 1929, llegó en 1936 con su familia a Chicago. Tras estudiar en las mejores escuelas -la Universidad de Yale y el Art Institute de Chicago-, abrió un despacho como ilustrador (1950-1952). Se convirtió en ciudadano americano en 1953, y se trasladó a Nueva York en 1956, donde conoció y frecuentó a los artistas que estaban «inventando» el happening y la performance, corriente de la que Oldenburg se convertiría en relevante protagonista. En Nueva York, como Jasper Johns et Robert Rauschenberg, Oldenburg cayó fascinado por la calle, y no por el glamour de la Quinta Avenida, sino por la dura y sucia realidad de la Lower East Side. En 1960, compuso su primer entorno en la Judson Gallery: señales viales, pintadas con faltas ortográficas, siluetas de gente y coches de cartón recortado, objetos encontrados… Representaba el poder de la ciudad como un proceso de vida anárquica e informe. En términos formales, Oldenburg siguió los pasos del art brut de Dubuffet, del arte para niños y de los superhéroes de cómic. Sus diseños, esculturas y recortes ulteriores presentaban proporciones gigantescas, generadas de la misma tensión entre intensidad e ironía. En el invierno de 1961, presenta su legendario Store (tienda) en un antiguo almacén en el Lower East Side de Manhattan que servía de estudio, sala de exposiciones y sala de performances, eludiendo así la práctica de vender arte a través de una galería. Entre las ofertas poco ortodoxas y eclécticas había esculturas de ropa esmaltadas hechas de yeso y bandas de muselina, zapatos, perritos calientes, hamburguesas y trozos de tarta de arándanos y otros pasteles hechos de yeso pintado: se trataba de naturalezas muertas repletas de alusiones pícaras que van desde el helado masculino al sandwich. Eran como escaparates de muestras cuya pintura serpenteante socavaba el patetismo existencial de la action painting o pintura dinámica y lo traducía a una esencia viva.

Two Girls Dresses, 1961, Claes Oldenburg
Two Girls Dresses, 1961, Claes Oldenburg, Nueva York, The Museum of Modern Art.

Oldenburg había organizado eventos bajo el seudónimo de Ray Gun, y The Store, la tienda que actuaba como tal, continuaba este enfoque. Planteó la cuestión del paso del tiempo y, en particular, marcó un giro hacia la escultura. Para Oldenburg, los objetos que se vendían en la tienda se convertían en esculturas por la forma en que se trataban: los clientes los compraban y los presentaban en sus casas como si fueran esculturas. The Store anunció el interés de Oldenburg por la resbaladiza línea entre el arte y la mercancía y el papel del artista en la autopromoción.

The Store, Instalación, 1961, Claes Oldenburg
The Store, Instalación, 1961, Claes Oldenburg.
Pastry Case I, 1962, Claes Oldenburg
Pastry Case I, 1962, Claes Oldenburg, Nueva York, The Museum of Modern Art.

Claes Oldenburg que, como Johns y Rauschenberg, procedía de la action painting y tenía en común con el pop poca cosa más que su elevación de lo trivial a la categoría estética (siguiendo ejemplos desde el collage cubista hasta el dadaísmo) una negación de los objetos jerárquicos en el arte, y una representación simultánea, de inspiración surrealista, de imágenes dispares y mutuamente contradictorias. En especial en sus primeras obras, la frontera entre pintura y escultura aún era permeable, pero a medida que avanzaba su carrera, el objeto tridimensional fue ocupando el primer plano cada vez más.

Two Cheeseburgers, with Everything, 1962, Claes Oldenburg
Two Cheeseburgers, with Everything, 1962, Claes Oldenburg, Colección privada.

Esculturas blandas

En 1962, en su segunda exposición Store, celebrada en la Green Gallery de Nueva York, presentó por primera vez sus Esculturas blandas softening (reblandecimiento), elementos enormes y cosidos de alimentos o ropa. A partir de entonces, la escultura blanda se convertiría en la huella personal de Oldenburg. La escultura blanda se basa en un enfoque estético cuidadosamente estudiado en el que la metamorfosis de un objeto en una réplica gigantesca, blanda, lacia y sin vida partía de un modelo de cartón duro y rígido. El TLB gigante, por ejemplo, se compone de varias capas -pan, bacon, lechuga y tomate- perforadas con un palillo de madera. Estos elementos deben volver a montarse cada vez que se instala la escultura, un proceso que añade otro nivel de flexibilidad a la composición. Oldenburg ha utilizado este proceso de «reblandecimiento» y agrandamiento en teléfonos, máquinas de escribir, pintalabios… A pesar de ser objetos cotidianos funcionales, utilizan formas universales como el círculo, el cubo o el cilindro. Los materiales de plástico blando y las curvas dúctiles similares al cojín resaltan su ambigüedad. Estos objetos domésticos establecen una relación prácticamente amorosa con las personas y adoptan rasgos antropomórficos. Como en una ósmosis, avanzan de una analogía a otra y, al hacerlo, casi consiguen alcanzar el objeto utópico de Oldenburg de acabar con el cisma entre humanos y objetos. La atención de Oldenburg se ha centrado siempre en el ambiente, hallando probablemente en ello otro elemento aglutinante entre el happening y el pop.

Floor Cone, 1962, Claes Oldenburg
Floor Cone, 1962, Claes Oldenburg, Nueva York, The Museum of Modern Art.
Vista de la instalación en la Green Gallery de Nueva York, Claes Oldenburg, 1962
Vista de la instalación en la Green Gallery de Nueva York, Claes Oldenburg, 1962.
TLB gigante, 1963, Claes Oldenburg
TLB gigante, 1963, Claes Oldenburg, Nueva York, The Museum of Modern Art, MoMA.

La naturaleza suave y blanda de estas piezas introdujo el problema de la pintura en el ámbito de la escultura. El efecto no es «un desenfoque» (como el efecto de la atmósfera sobre una forma dura), sino que en realidad es un «ablandamiento».

Claes Oldenburg con la escultura blanda de un dentífrico, 1962
Claes Oldenburg con la escultura blanda de un dentífrico, 1962.

Monumentalidad y banalidad

Junto con el softening (reblandecimiento), la otra estrategia empleada por Oldenburg consiste en la ampliación de los objetos hasta la monumentalidad. El humor reside en el contraste de las dimensiones gigantescas con la banalidad del objeto. En un mundo en el que todo lo que aparece en la pantalla de la televisión u otros elementos multimedia es pequeño, y todo lo que aparece en la pantalla de cine es grande, nuestro sentido de la escala es confuso. Además, Oldenburg calcula geometrías que funcionan a distancia. Hasta 1969 se contentó con dibujarlas: paredes de pan a tamaño real para Estocolmo, un ventilador de bananas para Times Square, un monumento de tijeras para reemplazar el obelisco de Washington. En 1969, la primera de estas obras se concretiza materialmente: en el punto álgido de las revueltas estudiantiles contra la guerra del Vietnam, Oldenburg colocó un pintalabios de ocho metros de altura sobre raíles de vehículos de oruga: un misil crucero fálico que presenta la guerra como una erección machista debilitada por la feminidad. El derrumbamiento del (originalmente infable) pintalabios bélico-pacifista era sólo una cuestión de tiempo. En 1971, Oldenburg comprobó la existencia de numerosas excavaciones y un estanque con cisnes en el parque de exposiciones de Sonsbeek. Erigió entonces una paleta de doce metros de altura cuyo mango recuerda el cuello de un cisne. A partir de entonces, Oldenburg construyó múltiples monumentos. Dada su referencia a un sitio concreto, su habilidad iconográfica y su rigor formal, estas obras se cuentan entre los raros ejemplos de escultura innovadora aceptada para espacios públicos.

Lipstick (Ascending) on Caterpillar Tracks, 1969, Claes Oldenburg, New Haven
Lipstick (Ascending) on Caterpillar Tracks, 1969, Claes Oldenburg, New Haven, Universidad de Yale.

Desde los años setenta, junto a su esposa, la historiadora Coosje van Bruggen, proyecta y realiza «monumentos» al objeto cotidiano.

Flying Pins, 2008, Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Eindhoven
Flying Pins, 2008, Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Eindhoven, Países Bajos.
Spoonbridge and Cherry, 1985, Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Minneapolis
Spoonbridge and Cherry, 1985, Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Minneapolis.

Oldenburg construye monumentos con objetos banales de nuestro horizonte cotidiano. La exaltación de la normalidad, del objeto cotidiano, desmienten el concepto tradicional de monumento como memoria de un hecho excepcional.

Big Sweet, 2006, Claes Oldenburg, Denver
Big Sweet, 2006, Claes Oldenburg, Denver.

La escultura Houseball de 1996, fue diseñada por el artista Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen. Actualmente se encuentra en la plaza Bethlehemskirchplatz de la Mauerstrasse, en el centro de Berlín. La escultura, de 8,4 m. de altura y 7,4 m. de diámetro, simboliza los escasos enseres que un refugiado lleva a la espalda. Su ubicación está cargada de historia. En la década de 1730, Federico Guillermo I permitió que los primeros inmigrantes de Bohemia se establecieran en la zona, proporcionándoles materiales de construcción para sus casas. La primera iglesia de Bohemia se erigió en este lugar en 1735-1737 como Bethlehemskirche. Destruida en la Segunda Guerra Mundial, hoy se pueden rastrear los contornos de los cimientos de la iglesia en adoquines de colores en la plaza, que ahora se conoce como Bethlehemskirchplatz. El Houseball, por tanto, ha encontrado aquí una ubicación adecuada, recordándonos a las personas desarraigadas de sus hogares tanto en tiempos históricos como en nuestros días.

Housball, 1997, Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Berlín
Housball, 1997, Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Berlín.

Oldenburg pertenece a la tradición del genio romántico, en el sentido que Baudelaire dio a este término: «El genio no es ni más ni menos que la infancia redescubierta a voluntad». Su fascinación por los juguetes confirma que sigue siendo un niño de corazón, lo que sugiere que para él hacer arte es un juego de niños. Su fascinación romántica por Nueva York, y por Estados Unidos en general, también tiene un carácter infantil. Nueva York es un patio de recreo, de hecho, un lugar donde se puede jugar sin restricciones, haciendo arte con cualquier cosa que se encuentre en las calles, como hizo Rauschenberg, o cuando Oldenburg hace arte con objetos domésticos. Comentando un artículo sobre El nuevo romanticismo, Oldenburg escribió: «¿Un romanticismo de ciudad? ¿Un romanticismo americano? Los surrealistas participaron en ello, por supuesto.» Está claro que encontró el romanticismo en la ciudad americana, lo que le convierte en el último surrealista verdaderamente original.

Shelf Life, 2016-2017, Claes Oldenburg
Shelf Life, 2016-2017, Claes Oldenburg, Colección privada.


Bibliografía

Valentin, Eric. Claes Oldenburg Coosje van Bruggen. Gallimard, 2009
Collectif. Claes Oldenburg: And Anthology. 1988
Collectif. Claes Oldenburg Coosje van Bruggen: Large Scale Projects. Thames & Hudson, 1999
Archer, Michael. L’art depuis 1960. L’Univers de l’Art, 1999
Collectif. L’Art du XXe siècle. Taschen, 2005