Balthus

 

Por primera vez en Austria, el Bank Austria Kunstforum de Viena presenta una retrospectiva de la obra de Baltahasar Klossowski de Rola (1908-2001), llamado «Balthus» una de los grandes solitarios del siglo XX. La exposición pone de relieve la obra de Balthus, comenzando con su primera inspiración, los maestros del Quattrocento, especialmente los frescos de Piero della Francesca en Arezzo, luego la obra gira en torno al Surrealismo y la Nueva Objetividad (Neue Sachlichkeit ) que abarca Francia, las regiones de habla alemana e Italia, y finalmente, su gusto por el arte asiático. Balthus, que siempre demostró su pasión por el arte figurativo, se mantiene sin embargo alejado de todos los desarrollos de vanguardia y cultiva su propio estilo de un «modernismo diferente». En su obra se pone de manifiesto el ambiente intelectual y políglota en el que creció: Rainier Maria Rilke fue su mentor, Cumbres borrascosas de Emily Brontë le sirvió de inspiración tanto como el mundo de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. Se hizo amigo de Antonin Artaud y Alberto Giacometti – y más tarde de David Bowie y Bono. Su hermano, Pierre Klossowski, fue secretario de André Guidé, y el traductor de Friedrich Hölderlin y Walter Benjamin, y su interés por Sade se refleja en muchos de sus escritos.

La semana de los cuatro jueves, 1949, Balthus (Colección privada)

La semana de los cuatro jueves, 1949, Balthus (Colección privada)

Para apreciar la pintura siempre admirablemente estructurada de Balthus, y que no muestra ningún elemento expresionista, debemos descubrir el aura misteriosa, arcaica y extraña de sus imágenes, explorar mundos que evocan los fantasmas y la imaginación de nuestra infancia – incluso revestida de algo de crueldad. La exposición traza esta evolución de Balthus como artista al margen de la normalidad: Balthus, a través de sutiles matices, establece una armonía enigmática, congelada, que describe con sus propias palabras: « Yo siempre he sentido la necesidad de encontrar lo extraordinario en lo ordinario; proponer, no determinar, siempre dejar algo de enigmático en mis cuadros ». La exposición que reúne obras procedentes de la familia del artista y de colecciones internacionales – el Centro Pompidou y el Museo Nacional de Arte Moderno de París, el Art Institute de Chicago, la Tate de Londres, el Museo Metropolitano de Nueva York – subraya la importancia de este proyecto.