El movimiento prerrafaelita

La Confraternidad de los prerrafaelitas.

En 1848, un cierto número de pintores fundaron la Confraternidad Prerrafaelita (Pre-Raphaelite Brotherhood) expresión artística característica de la época victoriana. Los artistas que formaron parte de ella son William Holman Hunt, Dante Gabriel Rossetti y John Everett Millais. Inspirándose en los Nazarenos, los prerrafaelitas propugnan el regreso a una pintura límpida, pura, que tuviera como referencia estilística el arte medieval y los maestros anteriores a la «manera moderna» de Rafael (primer Renacimiento o Quattrocento). Movidos por una extraña forma de religiosidad, a menudo asociada a una sensualidad inquietante, la pintura de los prerrafaelitas divide a público y crítica. Sus temas preferidos son literarios – ilustran Dante, Shakespeare, Keats o Robert Browning, el poeta místico que tanto amaba Italia. Aunque los artistas que fundaron en Inglaterra la Confraternidad prerrafaelita no puedan ser integrados al movimiento realista, ellos también se opusieron a las convenciones y a los cánones del arte oficial. Los pintores y poetas del grupo – Hunt, Millais, Rossetti…- compartían la misma aversión hacia lo que consideraban como el «academicismo insustancial del arte contemporáneo». Los temas de sus pinturas eran casi siempre históricos y religiosos, pero su interés por la representación naturalista los distinguía de la tradición académica. Hunt viajó varias veces a Tierra Santa en busca de ideas para sus pinturas bíblicas. Relacionados con el movimiento Arts and Crafts Movement, ejercieron una influencia determinante sobre la evolución del Art Nouveau y del Simbolismo.

Beata Beatrix, 1872, Dante Gabriel Rossetti, Londres, Tate Britain.
Beata Beatrix, 1872, Dante Gabriel Rossetti, Londres, Tate Britain.

El cuadro de Rossetti ilustra el poema la Vita Nuova de Dante y representa el retrato de Beatrice Portinari en el momento de su muerte. Rossetti la representa bajo los rasgos de su difunta esposa, Elizabeth. El personaje de pie a la derecha del cuadro es Dante y al fondo aparece una vista de Florencia.

En Millais (1829-1896) la dimensión poética es menos intensa que en los demás prerrafaelitas y su pintura es más fiel a la realidad. Cercana al naturalismo de una cierta pintura continental, con la que tiene en común la tendencia a lo patético y a lo sentimental que representa con una perfecta ejecución y con claras connotaciones moralizadoras. En Ofelia, un personaje de la célebre tragedia de Shakespeare Hamlet, el pintor refuerza la verosimilitud de la escena con una minuciosa atención a los detalles de la ropa y de la decoración paisajista. Se trata de un rasgo característico de la pintura de los prerrafaelitas ingleses que rompe de manera decisiva con las convenciones académicas.

Ofelia, 1852, John Everett Millais, (Londres, National Gallery).
Ofelia, 1852, John Everett Millais, Londres, National Gallery.

La Noche de Reyes es uno de los muchos cuadros prerrafaelitas que representan escenas de Shakespeare. La heroína de Noche de Reyes es Viola, quien al comienzo de la obra sufre un naufragio y es separada de su hermano. Disfrazada de paje, entra al servicio de Orsino, duque de Illyria, quien está enamorado de la condesa Olivia. Deverell ilustra el momento del segundo acto, cuando el duque Orsino (en el centro) requiere a su bufón Feste para que cante «Ven, ven, oh muerte». Orsino no sabe, ni que el paje Cesario (sentado a la izquierda), que le mira con tanta admiración, no es otro que Viola, ni que ésta está intentando conquistar su corazón. La obra está llena de simbolismo; por ejemplo, la madreselva que trepa alrededor del trono de Orsino es un símbolo de entrega, y las flores de la pasión que aparecen alrededor del muro entre él y Viola se asocian con el amor. Deverell compartió estudio con Rossetti pero su trágica muerte a los 26 años de edad, afectó profundamente a sus amigos Millais y Hunt.

Noche de Reyes, 1849-1850, Walter Howell Deverell, New York, Colección privada.
Noche de Reyes, 1849-1850, Walter Howell Deverell, New York, Colección privada.

John Everett Millais, en su cuadro Mariana, nos presenta otro personaje basado también en una obra de William Shakespeare. En Measure for Measure, una de las protagonistas, Mariana, se iba a casar, pero fue rechazada cuando su dote se perdió en un naufragio. La joven se retira a una morada solitaria esperando el retorno de su prometido.

Mariana, 1851, John Everett Millais, Londres, Tate Britain.
Mariana, 1851, John Everett Millais, Londres, Tate Britain.

El grupo de artistas que había constituido inicialmente la Hermandad no tardó en desagregarse, pero se unieron a ella otros pintores: entre ellos, Edward Burne-Jones (1833-1898) considerado como uno de los grandes artistas ingleses de finales de siglo, fundando con Rossetti el segundo grupo de los prerrafaelitas, y cuya influencia se extiende hasta el movimiento simbolista europeo.

La influencia del arte primitivo italiano

Como sugiere su nombre, los prerrafaelitas compartían la búsqueda de inspiración en el arte anterior a Rafael; es decir, excluían a grandes artistas renacentistas como Miguel-Ángel y Leonardo da Vinci. En Inglaterra, el interés por la Edad Media aumentó considerablemente en el siglo XIX, sobre todo en la construcción de edificios neogóticos como el nuevo Parlamento. Sin embargo, y aunque los coleccionistas y conocedores habían comenzado a interesarse por las obras de Duccio (activo 1278-1319), Jan van Eyck (activo 1422-1441) y Fra Angélico (aprox. 1395-1455), con la preferencia que mostraba sobre todo el esposo de la reina Victoria, el príncipe Albert (1819-1861) por el estilo gótico teutón o noreuropeo, en la National Gallery no estaba representado el arte primitivo italiano. Sin haber visitado nunca Italia, el conocimiento que tenían los prerrafaelitas de los artistas tan admirados por ellos – en el período en que comenzaron a crear sus primeras obras – se limitaba a reproducciones. En particular, en los grabados publicados en 1828, que Carlo Lasinio había hecho de los frescos de Benozzo Gozzoli (aprox. 1421-1497) en el Camposanto de Pisa. Aunque les parecían ingenuos y desmañados en la perspectiva, esos grabados representaban todo lo que debía admirarse en el arte e intensificaron su rechazo del método académico de aprendizaje que prefería Reynolds. Los minuciosos detalles, los trajes a la moda del Renacimiento florentino y la falta de perspectiva en lienzos como Lorenzo et Isabella de Millais reflejan la influencia de los grabados de Lasinio en los comienzos de los prerrafaelitas. Millais tenía solo veinte años cuando realizó la pintura y para los personajes hizo posar a amigos o familiares.

Lorenzo e Isabella, 1849, John Evertt Millais, Liverpool, Walker Art Gallery.
Lorenzo e Isabella, 1849, John Evertt Millais, Liverpool, Walker Art Gallery.

En el cuadro de Rossetti Ecce ancilla Domini (La Anunciación), el artista aborda un asunto tratado muy a menudo en el arte primitivo italiano (Duecento y Trecento) y en el Renacimiento, desde Cimabue y Giotto hasta Fra Angélico entre otros, y representa María con el arcángel Gabriel anunciándole que dará a luz al Hijo de Dios.

Ecce ancilla Domini (La Anunciación), 1849-1850, Dante Gabriel Rossetti, Londres, Tate Britain.
Ecce ancilla Domini (La Anunciación), 1849-1850, Dante Gabriel Rossetti, Londres, Tate Britain.

Ford Maddox Brow pintor de la vida moderna

Durante todo el siglo XIX Gran Bretaña mantuvo su hegemonía en el desarrollo industrial. Por otra parte, las condiciones de trabajo en las fabricas siguieron siendo muy inhumanas. Aunque Londres era una de las pocas capitales europeas a las que no había afectado la revolución de la década de 1840, los líderes de la nación tenían suficientes motivos de preocupación. Los prerrafaelitas se habían constituido en un momento de desórdenes sociales en el país; las malas cosechas, la escasa alimentación, la falta de las más elementales estructuras higiénicas y las condiciones de trabajo peligrosas y malsanas contribuyeron a difundir epidemias de cólera y de tifus. El censo de 1841 revela que, por primera vez, vivían más personas en las ciudades que en el campo; además los suburbios comenzaron a urbanizarse a gran velocidad. En Una tarde otoño inglés, Ford Madox Brown llamó la atención sobre la injerencia de la ciudad en el campo. Solo hacia la mitad del siglo la situación comenzó a mejorar bajo el arranque de los primeros movimientos obreros de protesta, que tuvieron la presencia activa de muchos intelectuales y artistas.

Una tarde de otoño inglés, 1855, Ford Madox Brown, Birmingham Museums and Art Gallery.
Una tarde de otoño inglés, 1855, Ford Madox Brown, Birmingham Museums and Art Gallery.

La emigración había sido un tema recurrente en el arte victoriano, como intento de responder con medios artísticos a la partida de numerosas personas del Reino Unido. La pérdida de la tradicional base de vida, como consecuencia de la industrialización, fue el principal motivo para dicha emigración. El cuadro Adiós a Inglaterra (Última mirada a Inglaterra) de Ford Madox Brown, ofrece al pintor la ocasión para realizar su más famosa pintura. Símbolo del realismo social de los Prerrafaelitas, está dedicada al escultor Thomas Woolner, un miembro de la Hermandad, que emigró a Australia en 1852 en busca de fortuna. La imagen melancólica y enternecedora de los dos emigrantes revela un aspecto poco corriente de la sociedad industrial y obrera de la Inglaterra imperial y victoriana; El mismo Brown (1821-1893) tenía proyectado emigrar a la India. Aunque el pintor nunca formó parte de los prerrafaelitas, tuvo contactos asiduos con los pintores del grupo, y fue el único que realizó un viaje a Italia.

Última mirada a Inglaterra, 1855, Ford Madox Brown, Birmingham, Museum and Art Gallery.
Última mirada a Inglaterra, 1855, Ford Madox Brown, Birmingham, Museum and Art Gallery.

En el lienzo el Trabajo donde abundantes los detalles y cuya realización exigió más de una década, Brown hizo el ambicioso intento de tratar todas las cuestiones sociales de la época. Las ideas socialistas de Brow estaban fuertemente influenciadas por Thomas Carlyle, filósofo, autor de Past and Present, quien aparece en el cuadro de pie con sombrero y bastón, al lado de Frederich D. Maurice, líder del movimiento socialista cristiano y fundador del Working Men’s College donde Brown, Rossetti y Ruskin fueron profesores de arte. En esta celebración del trabajo (el cuadro representa una excavación para tender conducciones de agua) y fiel al espíritu victoriano de la época, Brow situa en el centro a los excavadores, representados en una actitud épica. Su trabajo manual que se veía amenazado entonces por la creciente mecanización, contrasta con los ricos ociosos que observan la escena desde sus caballos. Brown ha añadido grupos de huérfanos y de trabajadores ociosos. Como había hecho William Hogarth un siglo antes, también Brown se reveló contra las convicciones. El cuadro el Trabajo está repleto de un similar humor. El pintor hizo un enorme esfuerzo para realizar este óleo; trabajó al aire libre para sorpresa y confusión de los paseantes locales.

El Trabajo, 1852-1863, Ford Madox Brown, Manchester, City Art Galleries.
El Trabajo, 1852-1863, Ford Madox Brown, Manchester, City Art Galleries.

La escena se ambienta en Heath Street en Hampstead. Puede apreciarse la pose heroica y majestuosa del trabajador en pie con una rosa entre los dientes, símbolo del poder británico. Un vendedor ambulante de cerveza lleva jarras para los excavadores, entregados a su trabajo. La niña en primer plano lleva un vestido que le va grande posiblemente aprovechado de su madre o de una hermana mayor. Los niños de su edad habían de ocuparse de sus hermanos pequeños mientras sus padres trabajaban. El vendedor de flores de la derecha llega del campo a la ciudad. Camina descalzo y viste ropa andrajosa. La confrontación entre el elegante galgo y el perro de raza indefinible, en primer plano, representa las fricciones entre las clases altas y bajas.

El Trabajo, detalle, 1852-1863, Ford Madox Brown, Manchester, City Art Galleries.

La sociedad victoriana

La sociedad victoriana situaba el rigor moral en la base del éxito comercial, y la misma religión veía en el bienestar económico une especie de predilección divina. Incluso la literatura fue expuesta a un rígido control. Si los poetas románticos eran rebeldes, en conflicto con la sociedad (uno de los mayores protagonistas de la reacción antivictoriana fue Oscar Wilde), casi todos los novelistas victorianos debían adaptarse a ser melodramáticos y edificantes (el más grande todos ellos fue Charles Dickens). El cuadro El despertar de la conciencia, realizado por Hunt entre 1853 y 1854, se convirtió en el símbolo de la rígida moral de la sociedad victoriana. Representa el momento en que una joven, sufre un repentino despertar de la conciencia y no cede a los avances de su pretendiente. El modelo, un joven hedonista para el cual posó Thomas Seddon canta acompañándose al piano una melodía de Thomas Moore Oft in the stilly nigth. Hunt describe con su habitual forma minuciosa los más pequeños detalles del mobiliario, sobrecargado de decoraciones, de objetos, de tapices, todo muy del gusto victoriano. El pintor disemina un poco por todas partes símbolos de agresividad, de seducción, del honor perdido (el guante en el suelo). Algunos de estos detalles son casi invisibles. Para indicar que la pareja no estaba casada, Hunt pintó anillos en todos los dedos de la mano izquierda de la joven, a excepción de su dedo anular. La joven se aprieta las manos como si se preparaba a una revelación repentina, mientras que el hombre parece que busca recolectar el fruto de la seducción.

El despertar de la conciencia, 1853-1854, William Holman Hunt, Londres, Tate Britain.
El despertar de la conciencia, 1853-1854, William Holman Hunt, Londres, Tate Britain.

William Morris (1834-1896) se unió a la rebelión contra la sociedad victoriana que manifestaba el grupo prerrafaelita y al mismo tiempo desarrolló una exigencia de renovación artística con un compromiso social mucho más marcado. Sus creaciones artesanales en el dominio de las artes decorativas son al origen del movimiento Arts & Crafts.

Seasons c.1895, William Morris, papel pintado, Victoria & Albert Museum.
Seasons c.1895, William Morris, papel pintado, Victoria & Albert Museum.

John Ruskin y los prerrafaelitas

Un cambio fundamental en la fortuna critica de los prerrafaelitas fue su encuentro con John Ruskin. La crítica había acogido sus primeras obras con juicios negativos, entre las que destacaban las feroces intervenciones de Dickens en la revista Household del 15 de junio de 1850 y en el Times del 7 de mayo de 1851. Millais pidió entonces ayuda a Ruskin por medio de un amigo común, el escritor Coventry Patmore. Con solo 42 años el joven historiador del arte gozaba ya de una sólida reputación, después de sus intervenciones a favor de Turner y de la publicación de los dos primeros volúmenes de Modern Painters. Él decidía si un artista hacía carrera o no. Además estaba profundizando en las teorías de Augustus Welby Pugin, notable exponente del estilo neogótico inglés y compartía con los prerrafaelitas, la predilección por la pintura medieval. Por esto aceptó la invitación y envió dos cartas al Times el 3 de mayo de 1851 en la que defendía abiertamente sus obras. El mismo año publicó un vasto ensayo, titulado Pre-Raphaelitism, en el que encuadraba el arte de la Confraternidad en el contexto de la pintura moderna europea, confrontándola con la de Turner. En 1878 Ruskin publicó The Three Colours of Pre-Raphaelitism, dedicado a Rossetti, Millais y Burne-Jones.

Retrato de John Ruskin, 1854, John Everett Millais, Colección privada.
Retrato de John Ruskin, 1854, John Everett Millais, Colección privada.

Ruskin coincidió con la Hermandad en creer que los artistas anteriores a Rafael habían sido sinceros y honrados y que, desde el Renacimiento, el arte había seguido una trayectoria descendiente. Ruskin proclamó que Burne-Jones era el «más maravilloso de todos los prerrafaelitas, en su exuberancia de fantasía delicada y patética.» En 1862, Ruskin contrató a Burne-Jones para que le acompañara en un viaje a Italia y copiara pinturas de viejos maestros que consideraba en peligro de desaparecer. Verano Verde, es un ejemplo de la influencia de los artistas venecianos en Burne-Jones, y en particular de Giorgione.

Verano verde, 1868, Edward Coley Burne-Jones, Colección privada.
Verano verde, 1868, Edward Coley Burne-Jones, Colección privada.

En Europa, la influencia de los prerafaelitas fue profunda. En 1855 se expusieron obras de Hunt y Millais en la Exposición Universal de París, donde las admiraron el artista romántico Eugène Delacroix y el crítico Theophile Gautier. Además, durante las décadas de 1880 y 1890, Brown presentó sus obras en Bruselas, con la sociedad belga de exposiciones Les XX. Sobre todo Burne-Jones y Rossetti desempeñaron una fuerte influencia sobre el simbolismo europeo de finales del siglo XIX. El artista belga Fernand Khnopff reveló su deuda con Rossetti en Cierro la puerta tras de mí. La voluptuosa mirada de la mujer es un eco de los cuadros de mujeres solitarias de Rossetti.

Cierro la puerta tras de mí, 1891, Fernand Khnopff, Munich, Neue Pinakothek.
Cierro la puerta tras de mí, 1891, Fernand Khnopff, Munich, Neue Pinakothek.


Bibliografía

Birchall, Heather. Prerrafaelitas, Taschen, 2010
Morel, Guillaume. Les préraphaélites : De Rossetti à Burne-Jones, P. des Victoires, 2015
Wood, Christopher. Les PréRaphaélites, Bookking international, 1998
De la Sizeranne, Robert. Le Préraphaélisme, Parkstone, 2008
Bade, Patrick. Edward Burne-Jones, Parkstone, 2004